La Unidad Multidisciplinaria de Tratamiento del Dolor es un servicio de especialización médica compuesto por un equipo multidisciplinario dedicado al diagnóstico y tratamiento de trastornos que cursan con dolor, especialmente de tipo crónico (aquellos con una evolución superior a 90 días).
Si bien la unidad también atiende a pacientes con dolor oncológico, no es una unidad de cuidados paliativos. Sin embargo, en ocasiones brinda apoyo a los equipos de asistencia domiciliaria para el manejo de dolores no controlados por estos servicios. En la práctica, la mayoría de los pacientes atendidos presentan dolor de origen no oncológico.
Los pacientes son derivados por médicos especialistas cuando, tras una evaluación diagnóstica o tratamiento previo, se considera necesario abordar el dolor desde su origen neurofisiológico.
Patologías Tratadas
Los tratamientos disponibles en la unidad están dirigidos a una amplia variedad de afecciones, entre ellas:
- Dolores de cabeza (cefaleas).
- Dolor de columna: lumbalgias, lumbociáticas, síndromes postquirúrgicos, dorsalgias, cervicalgias y sacralgias.
- Dolor miofascial y contracturas musculares persistentes.
- Dolor artrósico: en columna, hombros, caderas, rodillas, entre otras articulaciones.
- Síndrome de dolor regional complejo (Distrofia Simpática Refleja o Sudeck).
- Neuralgias postherpéticas.
- Neuropatías diabéticas y polineuropatías.
- Dolor en cicatrices.
- Dolor por aplastamientos vertebrales.
- Fibromialgia.
- Dolor por miembro fantasma.
- Neuralgias del trigémino y faciales.
- Dolor neuropático por lesión nerviosa.
- Dolores postraumáticos.
- Dolor de origen vascular.
- Dolor visceral (pancreatitis, endometriosis, entre otros).
- Dolor psicógeno.
- Dolor oncológico.
Procedimientos y Tratamientos
Para la primera consulta, es necesario que el paciente haya sido remitido por un especialista y aporte los estudios diagnósticos previos, así como informes médicos sobre cirugías o antecedentes relevantes.
El tratamiento se personaliza según las necesidades de cada paciente e incluye:
- Terapia farmacológica, con medicamentos que actúan sobre la causa del dolor.
- Bloqueos nerviosos en las zonas afectadas.
- Procedimientos de radiofrecuencia, para modular la actividad de los nervios sensoriales.
- Denervación, para bloquear señales de dolor en determinadas áreas.
- Sistemas de administración de fármacos, como iontoforesis, bombas de infusión y otras tecnologías.
- Estimulación eléctrica, con electrodos, TENS, corrientes interferenciales u ozonoterapia.
Los tratamientos pueden realizarse en consulta, salas de recuperación, quirófanos de hospital de día o quirófanos centrales, dependiendo del procedimiento y la necesidad del paciente. En su mayoría, se llevan a cabo de forma ambulatoria.
Posteriormente, se programan consultas de seguimiento para evaluar la evolución del paciente, ajustar el tratamiento y prevenir recaídas. La frecuencia de estos controles varía según la respuesta individual y la evolución de cada caso.
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